El vestuario de Brasil vive una etapa de adaptación con su nuevo director técnico, nada menos que el experimentado Carlo Ancelotti. Y como era de esperarse, las diferencias de idioma ya empiezan a dejar anécdotas insólitas. Esta vez fue Richarlison quien le puso humor a la situación y sorprendió a todos con una declaración tan sincera como divertida. "No sé qué gritó, pero parecía feliz", confesó el atacante del Tottenham en diálogo con la prensa, luego de uno de los entrenamientos de la selección brasileña. La ocurrencia del delantero no tardó en viralizarse y generó risas entre sus compañeros, pero también dejó en claro que la barrera lingüística todavía es un desafío para la canarinha. Carlo Ancelotti, que asumió como entrenador de Brasil tras su exitoso ciclo en el Real Madrid, aún no maneja con soltura el portugués. Y si bien los conceptos futbolísticos son universales —y varios jugadores dominan el español o el italiano—, la comunicación plena aún se cocina a fuego lento en la Verdeamarela. Richarlison, siempre carismático y frontal, no dudó en compartir la anécdota: "Lo vi gesticulando fuerte desde la banda, pero no entendí ni una palabra... igual, por su cara, me di cuenta que estaba contento", comentó entre risas. El delantero también elogió al entrenador italiano: "Más allá de eso, es un gran tipo, todos sabemos lo que ha ganado y la confianza que nos da. Pero bueno, aprender portugués le va a venir bien". La llegada de Ancelotti fue celebrada por la Confederación Brasileña como un golpe de jerarquía mundial, pero a simple vista, todavía hay cosas que ajustar fuera de la cancha. Y en una selección llena de jóvenes estrellas —algunas con poco rodaje en Europa— la claridad en las indicaciones puede ser clave. La escena no pasó desapercibida en las redes sociales, donde los memes y los videos de Richarlison imitando a Ancelotti explotaron entre los hinchas brasileños. El "no sé qué gritó" ya promete convertirse en una de las frases del año en el entorno de la Verdeamarela. Mientras tanto, Brasil sigue afinando su funcionamiento con la mira puesta en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, con la expectativa de recuperar la mística que la consagró como la selección más temida del planeta.