Internacional

Vélez empató sin goles ante Peñarol y se quedó con el primer puesto del Grupo H

El Fortín igualó 0-0 en Montevideo y, gracias a su mejor diferencia de gol, finalizó como líder de su zona en la Copa Libertadores 2025. El partido se disputó a puertas cerradas debido a una sanción impuesta a Peñarol.

  • 29/05/2025 • 21:48

Vélez lo hizo. En un partido tenso, sin margen de error y en un estadio vacío por sanción, el Fortín empató 0-0 con Peñarol en Montevideo y cerró la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 como líder del Grupo H. Un logro que no solo le permite evitar a los cucos de octavos, sino que también refuerza la confianza de un equipo que quiere volver a ser protagonista en el plano continental.

La noche uruguaya fue extraña. Sin público en el Campeón del Siglo —por la sanción que arrastra Peñarol por el uso de bengalas y fuegos artificiales en partidos anteriores—, el ambiente fue frío, pero adentro del campo se jugaba una final encubierta. Ambos equipos llegaron con 10 puntos y sabían que el primero del grupo se definiría por detalles.

Y ahí fue donde Vélez mostró temple. El equipo de Guillermo Barros Schelotto no salió a especular: apostó a mantener el orden defensivo, recuperar en campo rival y tratar de golpear con sus extremos rápidos. Joaquín García volvió a destacarse en la zaga, mientras que Braian Romero y Abiel Osorio pelearon todas arriba. Aunque no hubo goles, la actitud del equipo fue la de un conjunto que sabe a lo que juega.

Peñarol, por su parte, empujó con lo que pudo. Sin la presión de su gente pero con el peso de la historia, los carboneros intentaron quebrar a un Vélez que no regaló nada. El arquero Marchiori tuvo dos atajadas claves en el segundo tiempo que terminaron de sostener el resultado.

Con el empate, los dos terminaron con 11 puntos, pero la diferencia de gol favoreció a los de Liniers (+7 contra +4). De esta manera, Vélez no solo se mete en los octavos de final, sino que lo hace como primero de su zona, lo que le permitirá definir de local y evitar cruces bravos como Palmeiras, Flamengo o el propio River.

Además, el resultado tiene un impacto importante en lo emocional. Vélez está reconstruyendo su identidad futbolística, y este cierre de grupo invicto en condición de visitante, sin caer en los grandes escenarios del continente, es una muestra de carácter. Hay plantel, hay conducción y hay un objetivo claro: volver a ilusionarse con la Libertadores.

Ahora el Fortín deberá esperar el sorteo de octavos que se realizará en la sede de la Conmebol la próxima semana. Pero más allá de lo que diga el bolillero, Vélez ya demostró que está listo para dar pelea. Porque en esta Copa, como diría Bianchi, se gana con hambre, con huevos y con historia. Y Vélez tiene de sobra.