En uno de esos goles que parecen electorales por lo que representan, Leandro Paredes rompió el silencio: el mediocampista fue quien inició el triunfo 3-0 ante Independiente Rivadavia, pese a que la pelota entró por desvíos de defensa y arquero. Fue un gol simbólico: hacía 120 días que Boca no ganaba —una racha histórica sin alegrías— y ese grito liberó a toda una institución.    Tras confeccionar el gol con un centro desde la esquina, el defensor del Tomba y el arquero se toparon con la pelota y facilitaron el tanto. Paredes, exultante, lo gritó como si hubiera picado él solo el balón. Y después besó el escudo mirando al cielo: la dedicatoria fue para Ramón Maddoni, su formador y descubridor que falleció días antes (Podés leer:¨Paredes le dedicó su primer gol en Boca al descubridor de su talento¨)   El segundo tiempo fue puro desahogo: Zeballos, con un zurdazo arrancando del banco, metió el 2?0; y Velasco, liberado el ánimo, marcó el 3?0 con el pecho y lágrimas tras meses difíciles.   Paredes lo sintetizó claro: “Quería este gol, lo hice con el corazón… se lo dediqué a un amigo muy importante que ya no está.” Esa frase fue la bandera emocional de la noche.     Elemento Detalle Gesto simbólico Gol emocional tras racha negativa, gritado como si fuera de pura precisión Dedicatoria sentida Miró al cielo por Ramón Maddoni, su formador que murió días antes Impacto colectivo Fue la chispa que encendió la goleada y rompió 120 días sin ganar Jerarquía individual El campeón del mundo mostró que también se erige como líder en la cancha       WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok