En un día que pintaba de gris, River recibió la peor confirmación: la lesión de Germán Pezzella no fue un simple esguince, sino algo mucho más grave. Los estudios médicos indicaron una ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla izquierda, una lesión temida en el fútbol, que lo tendrá fuera de las canchas por entre siete y ocho meses.   El zaguero se lesionó a los 40 minutos del primer tiempo del clásico contra Independiente, tras disputar una pelota con Walter Mazzanti. El impacto fue inmediato: cayó al suelo, lloró desconsolado y fue retirado en camilla. La desesperación se extendió al banco, donde no pudo contener las lágrimas mientras sus compañeros lo consolaban.   Para colmo, River tiene otras bajas defensivas: Martínez Quarta sigue en recuperación por un desgarro, y Paulo Díaz fue preservado por una inflamación en la rodilla. El panorama en la zaga es crítico y Gallardo ya piensa en alternativas: Juan Portillo, Sebastián Boselli —quien aparece como reemplazo para la Libertadores— y Federico Gattoni, relegado, son opciones que empiezan a barajarse.   El impacto va más allá de lo médico: llega en la antesala de los octavos de final de la Copa Libertadores, con el primer choque ante Libertad como fecha clave. La defensa, columna del equipo, se desarma justo cuando más se necesita firmeza. Gallardo deberá recomponer el sistema sin margen de error.         WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40 X: www.x.com/zonadegol_ok