Después de que su cláusula fuese ejecutada por el Real Madrid, *Franco Mastantuono* eligió una despedida a la altura de lo que significó su paso por River. En una carta pública, se despidió con un mensaje cargado de sinceridad: > “Me voy con el corazón en la mano… nunca olvidé de dónde vengo y lo que significa esta camiseta”. En su texto, Mastantuono repasó su crecimiento personal y profesional: desde los primeros entrenamientos en Ezeiza hasta sus goles en el torneo local y en la Libertadores. Reconoció el rol de compañeros, cuerpo técnico y “cada hincha que creyó en mí desde que subí al plantel”. Quiso subrayar su gratitud hacia Marcelo Gallardo y la Comisión Directiva, por confiar en un juvenil con ganas de brillar. También mencionó el apoyo de la familia—“los que bancaron madrugadas, viajes y decisiones”—y dedicó palabras emotivas a los chicos de las inferiores: “Sueñen y trabajen por sus sueños, siempre con humildad”.   El cierre fue un combo de nostalgia y fe: > “Este no es un adiós, es un hasta pronto. El fútbol da revancha, y yo llevo precisamente eso en la mochila”.                                      * Mensaje claro:* agradecimiento profundo y despedida emotiva. * Reconocimiento colectivo:* valoró a Gallardo, compañeros, hinchas y familia. * Sueño y humildad:* alentó a los juveniles a creer y trabajar. * Futuro abierto:* se va, pero con la puerta abierta a un posible regreso.   Mastantuono se despide con la frente en alto: una carta que retumba en cada vez que se escribe una historia de River.