Lionel Messi volvió a ser el héroe en una noche soñada para Inter Miami, que metió historia grande en la Concachampions. Doblete del 10 para el 3-1 ante Los Angeles FC y pase a semifinales. Pero más allá del partidazo, lo que emocionó fue el final: Leo se fue derecho a la tribuna a abrazar a sus hijos. Y sí, ¡se robó todos los flashes! En un Chase Stadium repleto, Las Garzas arrancaron abajo con gol de Aaron Long, pero Messi se puso la capa: primero un zurdazo para empatar, después un penal calcado al de la final de Qatar frente a Lloris para liquidarlo. Pero lo mejor vino después: el 10 corrió a la platea VIP y fundió un abrazo eterno con Thiago, Mateo y Ciro, que lo esperaban al borde del campo. Con ellos estaban los hijos de Luis Suárez, el otro crack del equipo. Y ahí nomás, Antonela Roccuzzo, con la mirada llena de orgullo y emoción, vivió todo desde atrás. "¡Qué noche!", escribió la rosarina en redes, y no fue para menos. Leo brilló con la pelota y también con el corazón. Porque si hay algo que lo hace distinto, es esto: el crack mundial que, cuando la red se mueve, lo primero que busca... es la sonrisa de sus hijos.