Boca se despidió con un empate sin goles contra Auckland City, confirmando un fracaso histórico en el Mundial de Clubes: eliminado sin victorias, sin gol propio (más allá del autogol histórico) y golpeado moralmente. Pese a eso, Miguel?Ángel Russo sacó algunas conclusiones positivas: *Miguel Merentiel* continuó como la figura del ataque, con presencia, movilidad y un gol anulado que pudo cambiar el rumbo?. Capitán ante la ausencia de Edinson Cavani en los primeros dos partidos, la Bestia se hizo cargo de su rol como líder, pero también como referencia del ataque en el equipo comandado por Miguel Ángel Russo.                     En defensa apareció *Ayrton Costa*, recuperado tras su dolencia, y se consolidó otra vez como una opción firme para el futuro?. En el mediocampo, *Rodrigo Battaglia* exhibió solvencia física y mental: clave para mover y ofrecer equilibrio, y autor de uno de los goles más celebrados en la victoria 2?2 ante Benfica. Y en defensa, *Lautaro Blanco* sumó intervenciones relevantes, mostró personalidad y levantó su nivel después de un torneo con altibajos?. En Boca conviven esos dos lados: la valentía pura de los que no se escondieron y el vacío profundo de quienes hoy no pueden estar porque no juegan. Merentiel, Costa, Blanco y Battaglia ofrecieron un atisbo de luz; Cavani y compañía dejaron el silencio más contundente. Y en ese contraste está el drama argentino: siempre entre lo que pudo ser y lo que fue.   Russo plantea que este reducido grupo puede ser la base para reconstruir: actitud, garra y la mentalidad de “no ser sólo un invitado de lujo” . Pero con la eliminación consumada y sin resultados, estos brotes verdes pesan poco frente al desastre general.   SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO?https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40