Boca se enfrenta a Benfica este lunes en el Hard Rock Stadium con la necesidad de imponer su sello de aguerrido y pragmático. Bajo la conducción de Miguel?Ángel Russo, el Xeneize pondrá en práctica un 4?4?2 bien definido: doble cinco anclado para cerrar espacios, laterales largos que ofician de carrileros y un ataque versátil donde la movilidad de Palacios y Merentiel romperá líneas. En el fondo, la pareja Figal–Costa (o Rojo–Costa, según disponibilidad) buscará proteger la espalda de los volantes. Advíncula y Blanco cumplirán tareas duales: vigilar a los extremos de Benfica y, al recuperar, lanzarse al ataque. La clave para Boca será no regalar segundos balones a Pavlidis, el goleador griego, y forzarlo a descender demasiado para recibir. El mediocentro Herrera–Battaglia actuará como muro frontal: el exLeeds cortará pases en la zona de creación y el exValencia ordenará la circulación breve. Frente a ellos, Kevin?Zenón y Alan?Velasco ofrecerán amplitud y llegada. Zenón castigará los espacios entre línea defensiva y mediocampo rival, mientras Velasco buscará el uno?dos con Palacios para filtrar pases al área. Benfica, dirigido por Bruno?Lage, suele jugar un 4?2?3?1 con pivote doble que sale en posesión, laterales muy ofensivos y un mediapunta (Di?María o Pavon) que fabrica juego. Su fuerza está en transiciones rápidas: arma contragolpes verticales aprovechando la velocidad de Carreras y Pavlidis. Sin embargo, su estructura puede desdibujarse si el doble cinco sufre presión alta.                                           Para neutralizar el vértigo luso, Boca necesitará: Presión en la salida: los volantes externos deben cerrarse sobre los pivotes portugueses y forzar pases largos que favorezcan a los centrales locales. Balance defensivo: los dos delanteros, Palacios y Merentiel, tendrán asignadas tareas de repliegue para no dejar libre a los mediocampistas creativos de Benfica. Transiciones rápidas: al recuperar, Herrera o Battaglia abrirán para Advíncula o Blanco, generando superioridad temporal en banda y desbordes con Velasco o Zenón. Juego aéreo: aprovechando el físico de Merentiel, Boca buscará centros al segundo palo para dificultar el despeje de la zaga europea. El duelo de estilos se resume en quién impone el ritmo. Si Boca domina el mediocampo y no permite que Benfica conecte su doble pivote con la línea de tres creativos, el partido se abrirá a favor del joven Xeneize. En cambio, si Lage logra soltar a sus laterales y filtrar balones a Pavlidis, Boca correrá riesgos en defensa. En definitiva, Russo presentará un equipo consciente de sus limitaciones y fuerte en lo colectivo. El orden, la actitud y la verticalidad serán sus cartas para dar el golpe en Miami y soñar con dar el gran golpe europeo en el debut del Mundial de Clubes.   SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO?https://whatsapp.com/channel/0029VbAgwh3DeONCnOA33c40