En Boca cambian los números, pero no las polémicas. La Asamblea de Representantes aprobó el presupuesto 2025/26 con 140 votos a favor del oficialismo y 70 en contra de la oposición. Lo que encendió la mecha fue un detalle que no pasó desapercibido para nadie en el mundo xeneize: no hay fondos asignados para la ampliación de la Bombonera. Desde la conducción de Juan Román Riquelme argumentan que no se desechó el proyecto, sino que “en caso de surgir una propuesta concreta y viable” se convocará a una asamblea extraordinaria para debatirlo. Sin embargo, esa promesa ya suena repetida y vacía para muchos socios que llevan años esperando ver crecer el estadio. En paralelo, se presentaron otras obras a financiar: un nuevo microestadio en Casa Amarilla, mejoras en el área gastronómica del club, un gimnasio de alto rendimiento y un comedor para el fútbol femenino. Para el oficialismo, son pasos necesarios. Para los críticos, son distracciones ante una deuda histórica con los socios. La denuncia de Reale por los adherentes Uno de los más duros con la gestión fue Jorge Reale, empresario y excandidato a presidente de Boca, quien en su cuenta de X (ex Twitter) disparó fuerte: “Los números son inapelables. El socio aporta el 70% de los ingresos, cuando hace años era menos de la mitad. Se bajaron más de 40.000 socios adherentes, a los que no se les da nada. Y los ingresos comerciales son un ínfimo 20% del total”. Reale sentenció que esto responde a una sola causa: “no saben gestionar”. Y relacionó directamente los resultados futbolísticos con la caída institucional: “La gestión de Riquelme es un desastre”. Lo cierto es que Boca tiene un altísimo número de socios, pero la capacidad del estadio quedó chica hace tiempo. La imposibilidad de asistir a los partidos, combinada con la situación económica actual, podría explicar la baja de adherentes más allá de los errores de conducción. La Bombonera espera Entre idas y vueltas, Boca sigue sin un plan claro para su casa. Mientras tanto, los hinchas siguen afuera, esperando una entrada, una reforma o una respuesta. Por ahora, todo sigue igual: el club más popular del país sigue teniendo el estadio más chico.